quarta-feira, 29 de agosto de 2012

Hoy por primera vez dejé a Martina en casa con Sonia, lo hice a propósito, pues ya tiene casi seis meses y en poco tiempo tendré que comenzar a trabajar.
La había dejado con Marcos varias veces y por un máximo de tres horas (que es el tiempo máximo que pasa sin comer). Los domingos hago yoga, y entre que voy, practico y vuelvo dan las tres horas. La primera vez pensé que llegaría y estaría llorando. Pero no, llegué y estaba a las risas, así que ahora la dejo tranquila, Marcos la lleva a pasear y eso a ella le encanta.

 Pero hoy la dejé con Sonia, una hora, inventé que me iba a depilar, y me fuí, no me costó dejarla, pero cuando llegué estaba durmiendo y Sonia me contó que había llorado, llorado y que al final se había dormido, palabras que me sonaron como puñaladas en el corazón. Lo peor fue cuando se despertó y me miró seria, será que se sintió abandonada?
Yo tengo muy presente una sensación de abandono que sentía cuando era pequeña y despertaba en casa y llamaba por mamá y venía la empleada, que angustia, que desamparo...odiaría que ella sintiera lo
mismo, pero como hacer? tengo que trabajar y si no la acostumbro ahora a quedarse con otras personas imagino que cada vez será peor.

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