También en esa dirección, la del autoconocimiento, me pasa de sorprenderme pensando en cosas de mi niñez, tal vez buscando parámetros para aprender a criar a Martina. Me sorprende la cantidad y calidad de los recuerdos que no sabía que tenía guardados y que afloran en estos dias. Paso horas rebuscando, rumiando sensaciones, analizando, analizando, tratando de entenderme, cosa que nunca me había preocupado.
El el post anterior ponía, para acordarme después, que tenía que hablar sobre la soledad. Aquella soledad que adoro, aquella que elijo, elejí tantas veces en la vida. El otro dia me quedé sola en casa, eso quiere
decir que Marcos no estaba y que Martina estaba durmiendo y me di cuenta del tiempo que hacía que no estaba sola, con lo que me gusta...y pensé eso, ya no puedo estar sola, y tal vez esa sea una de las mayores dificultades que siento que debo enfrentar con la maternidad.
culpa
placita
cinema
A veces cuando robo esos momentitos para recordar quien era yo en soledad, me viene amnesia, ya no es tan creativa, ni lúcida la soledad...entonces me pongo el pijama y voy a dormir al lado de ella.
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